Son ganaderos tradicionales del ibérico en Extremadura, en 2001 hicimos una apuesta de futuro por Sierra de Barbellido, con el objetivo de ofrecer directamente al consumidor el aroma y sabor natural de nuestros productos ibéricos, cumpliendo una estricta trazabilidad durante todo el proceso. Estamos especializados en la producción artesanal de jamones y embutidos seleccionados, procedentes de cerdos ibéricos criados en libertad y alimentados en el campo con pastos naturales, piensos hechos con cereales o con bellotas de la dehesa extremeña. Nuestros estándares de calidad y cuidada elaboración artesanal, transferida desde generaciones, favorecen la conservación de los aromas y sabores naturales de todos nuestros productos ibéricos.
Garantía de calidad del jamón ibérico
En Sierra de Barbellido aseguramos la trazabilidad de todos nuestros sus productos ibéricos –de bellota o de campo- desde la dehesa hasta el consumidor. Su elaboración se realiza íntegramente en nuestra fábrica de Extremadura, con una producción puramente artesanal, respetando las tradiciones de perfilado, salazón, aliño de embutidos, secado y maduración; pero con técnicas e instalaciones renovadas para adecuar los procesos a los estándares internacionales de calidad más avanzados. Uno de nuestros objetivos es mantener nuestros elevados estándares de higiene en todos los procesos. El departamento de control de calidad, apoyado por estrictas empresas certificadoras externas; supervisa y controla toda la fabricación, así como todas materias primas y auxiliares. De esta manera podemos garantizar que todos nuestros productos sean de máxima calidad y llegan en perfectas condiciones a nuestros consumidores.
Nuestro mejor jamón ibérico
En nuestro jamón de cerdo ibérico, cuidamos hasta el mínimo detalle con el fin de obtener cada día un mejor producto. Además de elaborarlo artesanalmente, cada pieza permanece en nuestras bodegas naturales más de dos años, completando su periododo de curación. Gracias a ello, conseguimos resultados inmejorables, apreciables a simple vista. La carne magra presenta un color entre rojo púrpura y rosa pálido, que destaca las vetas de grasa infiltrada y su tocino jugoso. Alcanza un perfecto equilibrio entre sabor intenso y delicado aroma a bellota.
